sábado, 13 de mayo de 2017







Bloque 14



         LOS DERECHOS HUMANOS COMO EXPRESIÓN DE LA DIGNIDAD HUMANA


El ser humano posee gran dignidad por ser imagen divina y criatura especialmente armada por Dios. La dignidad de la persona tiene en su dimensión social una eficacia operativa. Entender el pensamiento, la actitud y la praxis de la Iglesia en materia de derechos humanos requiere un estudio del tema. Las ciencias actuales, por el carácter mismo del pensamien­to que se estudia, lo elaboran progresiva­mente a través del desa­rrollo histórico de las ideas que se re­lacionan con de los dere­chos humanos se formula­n con experien­cias sociológicas, cultura­les, políticas e históricas.

Los derechos humanos, tal como se van concre­tan­do, con muchos altibajos, dificultades y equivoca­ciones, están en las fuentes del pensamiento cristiano. Ese proceso de positivación jurídica sólo históricamente se ha dado en sus comienzos dentro del contexto de una cultura cristia­na. De hecho no encontramos nada parecido en otras culturas, fuera del cristia­mismo.

Los derechos del hombre, derechos humanos, dere­chos de la persona humana, derechos fundamentales... son expresiones casi tautoló­gicas y excesivamen­te genéricas, aunque comunes, desde el s. XVIII. Todo derecho es humano, porque sólo el hombre es titular de derecho en sentido estricto. Esas expre­siones se refieren solo a ciertos derechos del hombre, llamados fundamenta­les en cuanto aluden a exigencias básicas del ser huma­no, y por ello fundamentan a los demás derechos humanos.


derechos de la persona como ser político, como ciudadano del mundo y como ser religioso.

Pablo VI se ocupa en ES. del diálogo Iglesia-mundo, en la línea del Concilio. Después, en el Discurso a las Naciones Unidas (1965) dice que construir la paz, pasa por la ONU que promociona los derechos del hombre y tienen un fundamen­to espiritual.

Habla de los fundamentos cristia­nos y muestra cómo la fe los transforma cuando se introduce en su misma dinámica interna. Habla también de los derechos de los pueblos pobres al desarrollo. Después procederá a la creación de la Jornada de la Paz, cada 1 de enero, bus­cando la educación teórica y práctica en el respe­to de los dere­chos funda­mentales de la perso­na y está generando DSI con el Mensaje Pontificio para ese día.

OA. dice que la promoción real de los derechos humanos exige el reconocimiento jurídico de una sociedad democrática cuya cultura o culturas han de ser evangeli­za­das "tomando siempre como punto de partida la persona y teniendo siempre presentes las relaciones de las personas entre sí y con Dios" según EN. (20).


derechos humanos y la preocupación ecológica. El derecho al desarro­llo lleva en sí un respeto a los dere­chos humanos y un carácter moral del mismo. Por eso hay que conservar la naturaleza, tema que completará después.

No usa el término ley natural sino el de "la natura­leza específica del hombre, creado por Dios a su imagen y semejanza". A menudo habla de los derechos del hombre en todas sus tipologías: los políticos, los sociales, los de los pueblos, los de un ambiente ecológicamente sano.

"El verdadero desarrollo, según las exigencias propias del ser humano, hombre o mujer, niño, adulto o anciano, implica sobre todo por parte de cuantos intervienen activamente en ese proceso y son sus responsables, una viva conciencia del valor de los derechos de todos y de cada uno a la utilización plena de los beneficios ofrecidos por la ciencia y la técnica".

En el orden nacional es muy importante que sean respetados todos los derechos: el derecho a la vida, de la familia; la justicia en las relaciones laborales; los derechos concernien­tes a la vida de la comunidad política; los basados en la vocación trascendente del ser humano como el derecho a la libertad de profesar y practicar el propio credo religioso.

En el orden internacional "es necesario el pleno respeto de la identidad de cada pueblo, con sus características históricas y culturales", y que "tanto los pueblos como las personas indivi­dual­mente deben disfru­tar de una igualdad fundamental sobre la que se basa, p.e., la Carta de la Organización de las Naciones Unidas: igualdad que es el fundamento del derecho de todos a la participa­ción en el proceso de desarrollo pleno".

También es central "la dignidad del hombre". Hoy el "ideal democrático junto con una viva atención y preocupación por los derechos humanos" pide que los pue­blos salidos del totali­tarismo, reconozcan explícitamente estos dere­chos, que "no siempre son respetados totalmente" en países demo­cráticos[1] donde "a veces parece que han perdido su capaci­dad de decidir según el bien común".

Los derechos del trabajo y de los trabaja­do­res (libertad, "obediencia a la verdad" y respeto de los derechos humanos) están ya en el "corpus politi­cum" de León XIII. Entiende la guerra como efecto del concepto de libertad y de unos derechos humanos no sometidos a la verdad objetiva (17) Pero en la postguerra "un sentimiento más vivo" ha elaborado "un nuevo 'derecho de gentes'" partiendo de la Declaración de la ONU. La Santa Sede ha dado una constante acepta­ción" .

"Los derechos de la conciencia humana, vinculados a la verdad natural y revelada" y la democracia requieren unos derechos humanos como su "auténtico y sólido fundamen­to". Uno de los principales es el derecho a la vida. Incluso en las democra­cias no siempre son respeta­dos totalmente estos derechos.
 tienen unos buenos temas que nosotros como seres humanos tenemos al desarrollarnos con la sociedad por ejemplo: El ser humano posee gran dignidad por ser imagen divina y criatura especialmente armada por Dios. Todos los hombres y de cada uno, de nosotros tenemos el bien común, incluyendo los aspectos espirituales. Siempre hay  consecuencia de la subsidiaridad es por parte de los ciudadanos, el deber de participar en la vida social. La solidaridad o caridad social expresa una idea de unidad, cohesión, colaboración. Para la vida social, hay cuatro grandes bienes que conviene ejercitar, pues están muy ligados a la dignidad de la persona humana.

1. la verdad: Conviene resolver las situaciones buscando el bien verdadero, con independencia del propio interés. Así se evitan muchas tiranías. Este tema afecta mucho a los medios de comunicación y a los fraudes económicos.
2. la libertad: En el ámbito religioso, cultural, político, etc. Siempre dentro del bien común y del orden público. Sin olvidarse del bien verdadero y de la responsabilidad correspondiente, pues se trata de elegir el bien.
3. la justicia: Es el hábito de dar a Dios y al prójimo lo que les es debido. Ante todo, es importante reconocer la dignidad de los demás, con independencia de lo que posean o de la utilidad que proporcionen. La justicia debe basarse en la ley natural y conviene que sea mejorada por la caridad y la solidaridad.
4. la caridad: El amor al prójimo es el criterio supremo de la ética social. Si hay caridad, habrá verdad, justicia, libertad, etc. La caridad se ejercita principalmente con el espíritu de servicio a los demás, buscando su bien.
También "permite que se satisfagan mejor muchos derechos de la persona humana, sobre todo los llamados económico-sociales" de los que enumera bastantes.

Pero esto reduce "el radio de acción de la libertad indivi­dual" creando situaciones "que hacen extremadamente difícil pensar por sí mismo", "obrar por iniciativa propia, asumir conve­niente­mente las responsabilidades personales y afirmar y consoli­dar con plenitud la riqueza espiritual humana . la convivencia entre los hombres que es absolutamente necesaria para satisfacer los derechos y las obligaciones de la vida social . 























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